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Nuestra casa veraniega debe ser muy acogedora y estar decorada con la pintura adecuada para su ubicación. Deberá encontrarse equipada suficientemente para ofrecernos la mayor comodidad posible y tener el poder mágico de desconectarnos del estrés diario citadino. 

Aunque nos gustaría aplicarle un estilo único para que no se parezca a nuestra vivienda habitual, deberíamos tratar de resaltar la sensación de hogar; este, muchas veces, se descuida en las segundas casas. 

Para solucionar tal apariencia, basta un toque de pintura o algún detalle decorativo que refleje la condición de hogar especial sin que pierda su carácter festivo, ligero y relajado. 

Este segundo hogar que vas a decorar puede estar en la playa, en la montaña o podría ser una linda casa en algún pueblito encantador; el secreto para lograr una decoración ideal, en cualquier situación, es que se logre una compenetración con el ambiente circundante. Te propongo algunas ideas para crear tu segunda vivienda, confortable y acogedora. 

Decoración veraniega para el segundo hogar 

Sencillez ante todo 

Independientemente de la ubicación de tu hogar de verano, deberías evitar la aglomeración de muebles y accesorios. Tal vez, caigas en la tentación de querer llevar el mobiliario sobrante de tu vivienda a tu casa vacacional; en tal caso, debes tener mucho cuidado en no abarrotar los espacios y que la decoración resulte contraproducente y sobrecargada. Aunque se le considere como una segunda residencia, su decorado deberá expresar todo el gusto que aplicamos a nuestro domicilio principal.  

Pintura en tonalidades claras 

Ten en cuenta que es una casa para disfrutar durante el verano y esta es una estación llena de luz y colorido. Para vivir acorde con la época y portar algo de frescor al ambiente, los colores de la pintura deberían ser en tonos suaves y pocos accesorios de color brillante, como amarillos, rojos o verdes, para crear pequeños contrastes. En ambientes de playa, el azul pastel y el blanco son los que predominan; azul turquesa en el umbral de la puerta y en marcos de ventana resultan espectaculares. Reservar las tonalidades en verde y amarillo para la montaña. 

La madera, gran aliada 

El mobiliario de bambú para la playa son perfectos. En la montaña lucen unos muebles en madera natural con asientos y respaldo trenzados para aportar frescura. El cañizo es muy apropiado para techar una terraza o como aislante de miradas externas en tu casa de pueblo.

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