La pintura epóxica es un tipo de pintura que está compuesta, principalmente, por resina epoxi. Este es un tipo de polímero al que también se le conoce con el nombre de poliepóxido. Cuando se le agrega un catalizador, el poliepóxido se endurece. Por esta razón, de manera habitual podremos encontrar que estas pinturas tienen dos envases, en los cuales uno viene la resina y en el otro el catalizador.
En los últimos años, este tipo de pintura se ha ido utilizando con mayor asiduidad en lugares en los que se precisa una mayor protección, durabilidad y resistencia. Esto hace que el ámbito en el que se usa más frecuentemente sea en el industrial. Podemos encontrarlo en piletas, tanques, suelos o incluso cañerías. De la misma manera, se utiliza para el recubrimiento de embarcaciones, así como en plantas químicas o refinerías de petróleo. Pero no sólo se restringe su uso a estos espacios, sino que también es muy útil en el ámbito residencial, aplicándola en azulejos, revestimientos de pisos y paredes.
¿Cuáles son sus características?
Como hemos podido observar, la pintura epoxi resulta muy versátil, haciendo que su aplicación resulte adecuada en distintos espacios. Esto es gracias a sus características. A continuación te hablamos de ellas.
Es resistente a los químicos
Frente al contacto a los distintos productos químicos que se pueden utilizar de forma habitual, como disolventes, detergentes o aceites, esta pintura permanece inalterable. Al contrario que otro tipo de pinturas, que pueden verse dañadas.
Es resistente al roce
Gracias a su dureza, resulta muy resistente ante los roces, las rayaduras o el tránsito elevado. Así permanece en buen estado durante un tiempo más prolongado, conservando su brillo. Por esta razón, se utiliza con mucha frecuencia, además para la vivienda, en suelos de talleres y fábricas.
Es fácil de limpiar
Al resultar resistente a los químicos y al agua, se incrementa su facilidad para ser limpiado e higienizado.
Es impermeable
Esta pintura no se ve dañada por el agua, por lo que puede lavarse su superficie con ella sin problemas. Aunque sumerjamos la pieza pintada con epoxi bajo el agua, conservará su buen estado.
Es duradera
Como resulta tan resistente a los elementos externos, es una de las pinturas con mayor durabilidad que hay en el mercado.
¿Cómo se aplica?
Al igual que el resto de pinturas, la pintura epoxi suele aplicarse con rodillos y pinceles. Estos serán los más adecuados, haciendo uso de unos o de otros dependiendo de la superficie a tratar, ya sea en interior o en exterior. Al ser consistente y tener una buena adherencia, se aplica correctamente y no será necesario dar muchas manos. Pero, eso sí, es algo más compleja que si trabajamos con pintura al agua.
De la misma manera, también puede aplicarse con pistola o soplete. Para ello, será necesario tener en cuenta aspectos como la viscosidad, la presión del aire o la temperatura del material. Por esta razón, esta forma de aplicación es recomendable sólo para aquellos que sean profesionales.